¿VENTA PROACTIVA O VENTA REACTIVA?
La actitud ante la venta puede tener múltiples modelos, pero una de sus clasificaciones simples más destacadas se encuentra en la VENTA REACTIVA y LA PRO-ACTIVA.
La venta REACTIVA, es aquella que se limita a servir o entregar al cliente el producto o servicio que se ciñe a su solicitud, para cubrir sin más, sus necesidades. No abre caminos hacia nuevas aperturas. No plantea alternativas, ni ofrece nuevos servicios. Simplemente espera a que el cliente llame, pida o demande. Esperando a que este tome la iniciativa.
Es un modelo cada día más peligroso, ya que las opciones y competitividad de los mercados ofrecen cada vez más información y propuestas innovadoras.
Ser reactivo es condenarse cada día a vender menos.
Los comerciales de éxito saben el valor del COMPORTAMIENTO PROACTIVO:
- Considerando todas las oportunidades de venta que te ofrece una visita o contacto “No sólo vas a lo que te solicita el cliente”.
- Valorando servicios complementarios que puedan ser de interés para el cliente, y que mejore su experiencia de compra o contratación.
- Partiendo de la demanda del cliente, se intenta complementar su necesidad.
- Buscando ARGUMENTOS que destaquen los beneficios que el cliente obtiene con esta ampliación.
- Preguntando por otros contactos, compañeros o conocidos del cliente que puedan necesitar los productos o servicios ofrecidos.
En resumen, la VENTA REACTIVA:
- Nos ofrece menos oportunidades de desarrollo.
- Ventas decrecientes.
- Incertidumbre futura.
- Menor competitividad.
Los beneficios de la VENTA PRO-ACTIVA son:
- Crecimiento profesional.
- Desarrollo de negocio.
- Más oportunidades.
- Más ingresos.
- Mejor experiencia de cliente.